‘La grieta’: el drama de las fronteras de Europa en versión ‘fotocómic’.

Viñeta de ‘La grieta’ de Carlos Spottorno y Guillermo Abril.

Ahora que Europa afronta retos constantes sobre su consistencia, energía y futuro, miramos hacia el trabajo realizado por el fotógrafo Carlos Spottorno y el reportero Guillermo Abril, ganadores de un World Press Photo: ‘La grieta’, un relato en forma de ensayo gráfico sobre sus experiencias en las fronteras exteriores de la Unión Europea y que desde que se publicó hace unos meses no deja de estar en boca de muchos.

La grieta es un documento gráfico que muestra cómo se resquebraja la cohesión en una Unión Europa que vuelve a caer en individualidades y egocentrismos, no muy diferentes a los que denunciaba Stefan Zweig en sus escritos de los años 40; no es extraño que una contundente cita suya introduzca el relato: “Crisis económica, falta de confianza en los gobernantes y hastío generalizado han calado de una u otra forma en todos los países que la componen”. Los autores, el fotógrafo Carlos Spottorno (Budapest, 1971) y el reportero Guillermo Abril (Madrid, 1981), han seleccionado y editado en 168 páginas las imágenes y textos más significativos entre 25.000 fotos y 15 cuadernos de notas acumulados durante tres años de trabajo. Su testimonio ofrece una visión que nada tiene que ver con las imágenes que vemos en nuestras pantallas del televisor o en las portadas de los periódicos: ¿qué es lo que realmente está pasando en las fronteras de la UE?, pero, sobre todo, ¿qué ha originado esta tremenda crisis de valores?, ¿cómo es posible convivir con un drama migratorio de tal magnitud?

En la publicación, Abril y Spottorno reflejan la experiencia que deja recorrer la frontera desde África hasta el Ártico. El estilo de la narración se apropia de técnicas propias del cómic, pero no lo es, aunque es inevitable recordar El fotógrafo (Didier Lefèvre, Emmanuel Guibert, Frédéric Lemercier). Tampoco podríamos definirlo como un fotolibro, más bien se trata de una narración transversal, como comenta Spottorno: “Es un reportaje a modo de ensayo gráfico con unas características especiales y un objetivo muy claro: llegar a cualquier tipo de público”, sobre todo al que no está habituado a acceder a noticias relacionadas con lo que en él se cuenta.


La portada, una imagen de una niña mirando fijamente a la cámara y un título que bien nos podría recordar las tipografías utilizadas en los cómics de guerra de antaño, nos anuncia que la narración será diferente a la habitual, pero ya ofrece ciertos toques de su dureza e intensidad. Se agradecen especialmente las páginas centradas en la vida cotidiana de los refugiados, en un intento por hacer parecer normal un contexto que nada tiene que ver con su existencia pasada en su país de origen.

En 2015 ganaron un World Press Photo con A las puertas de Europa, trabajo audiovisual que denunciaba la llegada de inmigrantes a las costas de Lampedusa. Aquel relato en blanco y negro fue uno de los primeros que enfrentaba a la ciudadanía con una realidad cercana que se ha visto superada tres años después. En ese tiempo han muerto miles de personas en el Mediterráneo, algunas en Tarajal, aunque haya intereses que intenten “hacer olvidar” un momento de nuestra historia francamente bochornoso. Mientras, ha llegado Trump al poder, se ha votado el Brexit y muchas personas han salido a las calles en diferentes manifestaciones para exigir a las autoridades que se acojan inmediatamente a las personas atrapadas en las fronteras, pero ¿somos realmente conscientes del alcance de la catástrofe? 


Viñetas del ‘fotocómic’ ‘La Grieta’.

El relato comienza en 2014 mostrando las instalaciones para inmigrantes de Melilla, un enclave de 12 kilómetros cuadrados “en los que uno tiene la sensación de estar en una prisión”, una frontera que separa Europa de África y que se ve desbordada por la falta de medios e infraestructuras para acoger a todos los que esperan a cruzar el monte Gurugú en condiciones infrahumanas. En Grecia, Bulgaria o Turquía la situación no dista mucho de la del sur de nuestro país, pero “tiene más concertinas”.

En los momentos de tensión o de incredulidad total, como el de la escenificación de una patrulla de Guardas de Fronteras finlandeses desesperados por no poder comunicar con naturalidad su trabajo a los reporteros, nos vienen a la memoria las publicaciones de Guy Delisle: Pyongyang (2003), Crónicas birmanas (2007) y Crónicas de Jerusalén (2012) En Lampedusa, otro de los puntos calientes, sorprende lo que no se ve habitualmente: los objetos encontrados por un activista local… Viajan a Hungría, a Estonia, a Eslovenia, hasta llegar a Narva, Estonia, punto de inflexión del que retornan con la sensación de tener que contar todo lo que han vivido.

El proceso de trabajo ha sido laborioso, sin duda. Aunque algunos puristas fotográficos piensen que las imágenes deberían haberse mostrado tal como fueron tomadas originalmente -muchas se han podido ver en El País Semanal, revista para la que trabajan los autores; tal como afirma Spottorno, realmente han “conseguido transformarse, han tomado una segunda vida” para poder narrar una realidad a la que no podemos ni debemos dar la espalda y que poco a poco se está volviendo contra todos nosotros.
[Publicación original: El Asombrario: 20/3/2017]

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