Imagen de la muestra (Paloma_Ctrl) |
En la ‘Semana del Arte’ en Madrid, nos acercamos a otra manera de concebir la creación, menos mercantilista y con un sentido más cooperativo y vanguardista que las ferias: el centro de artes de vanguardia, experimentación y creatividad La Neomudéjar, que en su muestra ‘Net.art y Control”, de Ricardo Iglesias, ofrece una interesante visión de cómo las tecnologías han abierto inesperados espacios de dialogo estético y han revelado críticamente posiciones de poder y control tecnológico.
La Neomudéjar, cuya denominación responde a sus características arquitectónicas, apuesta desde 2013 por impulsar y difundir el New Media Art más transgresor desde un espacio único del Madrid industrial del siglo XIX: los Talleres Generales ferroviarios, dependientes del servicio de Material y Tracción de la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (MZA). Además de servir de nexo de unión entre creadores, centros de arte internacionales y centros de estudio a través de sus exposiciones, ponencias y residencias artísticas, se ha volcado en la recuperación de la memoria material e inmaterial de su entorno.
Hasta el 5 de marzo acoge Net.art y Control, muestra que se plantea como una revisión sobre el desarrollo del New Media Art en los últimos 20 años a través de la producción del artista Ricardo Iglesias. Su trabajo se centra principalmente en los conceptos de comunicación, interacción y control. Comunicación, entendida como una actividad humana fundamental donde los individuos se relacionan y forman relaciones sociales, tal como la concibe Kaplún, “dos o más seres o comunidades humanas intercambian y comparten experiencias, conocimientos y sentimientos, aunque sea a distancia y a través de medios artificiales” (Una pedagogía de la comunicación. Kaplún, 1998). Pero para que exista una comunicación real es necesaria una “igualdad efectiva de oportunidades para asumir roles de diálogo” (Teoría de la acción comunicativa. Habermas, 1981), y por tanto, un acceso directo, transversal y en igualdad de condiciones a los medios y la tecnología. Interacción entendida como la relación entre seres humanos y máquinas, que pasa de ser un simple manejo unidireccional a desarrollar una relación basada en una interacción interna y mutua. Y Control como concepto aglutinador de los comportamientos de las sociedades actuales, donde el uso de medios automáticos en los procesos de registro e información puede implicar una intención subjetiva por parte del sistema y una manipulación de la misma. “El Panóptico funciona como una especie de laboratorio de poder” (Vigilar y castigar. Foucault, 2003).
La exposición presenta una selección de trabajos de Net.Art, que se inicia con referencias al primer proyecto del artista, Ovum, que data de 1997, hasta su última pieza, ArtPlay (2014), presentada en 1840s GIF Party en la TATE Britain de Londres, pasando por una selección de sus instalaciones interactivas más conocidas, entre las que se incluyen trabajos de video-instalación y robótica, como Surveillance Cameras (2010), en el que un grupo de robots autónomos con cámara de vigilancia persiguen y graban a los visitantes; Spam Tower (2012), torre panóptica que emite, bombardea a los usuarios y sus móviles con SMS publicitarios y comerciales; o Edén (2015), en la que se utiliza irónicamente el audio como herramienta de transmisión del miedo y de la sensación de seguridad.
Spam Tower (autor: R. Iglesias) |
¿Cómo y cuando se inicia tu interés sobre el control?
Las nuevas tecnologías en el arte se mueven conceptualmente siempre desde el tema de control… Es necesario diseñar siempre un dispositivo que controle: inicie, apague el aparato, interfaz, instalación… También hay que incidir en la importancia del feedback, que también es fundamental en la tecnología, y que fue uno de los primeros conceptos que se plantearon al inicio de la instrumentación tecnológica. Fue adaptado desde la biología por Norbert Wiener, fundador de la cibernética, matemático, pionero en los procesos/sistemas tecnológicos y de comunicación. Desde ese punto de vista, los conceptos de control, retroalimentación y feedback son consustanciales a la misma producción y desarrollo tecnológicos.
Por otro lado, la Revolución Industrial introdujo un nuevo y muy extenso grupo social que había que controlar: el proletariado. Y frente a esta situación han aparecido diferentes propuestas sociales, filosóficas, epistemológicas, psicológicas, etc, con mayor o menor fortuna e implicación con la realidad. Pensadores como Nietzsche, la escuela de Frankfurt, M. Foucault, N. Chomsky y Lacan han estudiado y teorizado sobre el significado del desarrollo de la misma sociedad, de las clase sociales, de los sistemas sociales, de su estructura, de su educación, de su complejidad, de sus objetivos, de su fuerza de trabajo… y, por supuesto, ¡¡¡de su control!!! Desde estos dos bloques, aparentemente separados, nace mi interés sobre el concepto de control.
La Neomudéjar es un escenario ideal para mostrar tu obra, tanto por los contenidos que suele albergar como por sus características formales. ¿Qué aporta el contexto a la retrospectiva?
La Neomudéjar nace con el objetivo de generar oportunidades para investigar y experimentar sobre las nuevas artes a través de laboratorios, exposiciones, programas e intercambios internacionales. El espacio y los objetivos corresponden perfectamente con el imaginario de mis propias producciones. No es una white cube, sin historia, ni recuerdo, sino un espacio vivido y recuperado para la experimentación, el arte y el intercambio de conocimientos.
¿Con qué otros artistas/piezas relacionarías tu obra?
La mayoría quedaron plasmados en mi ensayo Arte y robótica. La tecnología como experimentación estética. Pasan por diversos artistas y creadores (Eduardo Kac, Nicolas Schöffer…), pero también por las aportaciones técnicas, literarias, filosóficas o antropológicas relacionadas con la generación de los primeros autómatas, hasta los conceptos más actuales asociados al arte robótico en concreto y al media art en general.
Instalaciones, ‘net.art’… ¿con qué piezas te sientes más cómodo a la hora de denunciar el control en 2017?
Todas las piezas tiene su complejidad formal y conceptual; obviamente, algunas son mas fáciles de leer y entender que otras. Ahora mismo, probablemente, me quedaría con Edén (2016); no es una de las piezas directamente intuitivas, debes pasar tiempo dentro del espacio, sentir el sonido, cómo te envuelve hasta hacerse ensordecedor y te expulsa de una seguridad ficticia. Qué significa control dentro del propio espacio, qué sistemas de videovigilancia, qué significa hoy en día para nosotros seguridad. Cada vez que viajo en el metro en Barcelona y escucho esa frase, es un toque de atención y un replanteamiento, no solo de mi trabajo, sino de mis inquietudes personales, de los espacios/sistemas tecnológicos que me rodean, de la relación de poder-control, al fin y al cabo, de mi propia convivencia como sujeto en relación con el resto.
Tal como afirma el canadiense David Rockerby, “la tarea del artista consiste en explorar y al mismo tiempo retar y transformar las tecnologías que usa”. En La Neomudéjar, junto a la estación madrileña de Atocha, puedes comprobarlo.
[Publicado en El Asombrario, 22/02/2017]
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