CO2GLE y DEFOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOREST. ¿Es ecológico internet?

CO2GlE Forest: Fuente:  Joana Moll

CO2GLE y DEFOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOREST  son dos piezas basadas en las dinámicas de Internet que especulan sobre el impacto material que tienen las redes en los ecosistemas. Si CO2GLE muestra la cantidad de CO2 generado por las visitas globales a google.com cada segundo,  DEFOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOREST muestra el número de árboles que se necesitan para absorber la cantidad de emisiones derivadas de las visitas que se realizan por segundo en el buscador.

Este proyecto ha sido creado con la intención de explorar estrategias visuales que puedan detonar pensamientos y acciones capaces de resaltar las conexiones invisibles entre acciones y consecuencias al usar tecnologías de comunicación digitales.

A pesar de estar estrechamente ligado al concepto de red, hasta el momento, la sociedad en red ha fracasado en transferir la lógica de su funcionamiento en parámetros entendibles por la mayoría de la población. La utora de ambos proyectos sostiene que "asumimos de forma natural que todo está conectado, cuando en realidad necesitamos recordar que “todo no está conectado”, tal y como expuso Graham Harman". Mientras lo humano se está convirtiendo en un conjunto de  y dependiente de los datos, la conexión entre los humanos y sus hábitats naturales se está desvaneciendo precipitadamente. Parece que la tecnología nos ha succionado hacia su propia realidad, cegándonos a las complejidades del mundo. Por eso, es necesario trazar continuamente las conexiones que existen entre las cosas con el fin de adquirir una comprensión compleja del mundo.

Google.com es la página web más visitada de Internet. La página tiene una media de visitas de 52.000 usuarios por segundo [1] y pesa alrededor de 2Mb, dando como resultado una cifra estimada de 500kg de emisiones de CO2 por segundo [2]. De media, un árbol puede absorber 21,77Kg de CO2 por año [3]. Así, para contrarrestar la cantidad de emisiones de CO2 derivadas de las visitas globales a google.com, cada segundo, se necesitaría una cantidad aproximada de 23 árboles/segundo.

La configuración actual de la tecnología refuerza dinámicas culturales (rituales) que acentúan la desconexión. En nuestra sociedad contemporánea, donde la mayoría de decisiones son tomadas por algoritmos, los ecosistemas son, cada vez más, considerados meras externalidades económicas. ¿Cómo podemos re-articular nuestra relación con el mundo si somos incapaces de ver el impacto real de nuestras acciones en el mundo físico? ¿Qué rol puede tener el arte a la hora de reforzar estos procesos? ¿Qué cambios fundamentales tienen que ocurrir en la esfera del arte para revelar la conexión entre acciones y consecuencias, especialmente si estas acciones están mediadas por la tecnología? En este punto, es crucial determinar el medio ambiente como un agente político principal dentro del discurso artístico de la sociedad en red para crear mecanismos que puedan estimular y reapropiar la propia subjetividad, un proceso esencial en la generación de pensamiento crítico sobre la verdadera naturaleza de la tecnología y en la imaginación de tecno-paradigmas alternativos capaces de responder coherentemente a nuestra condición natural y humana.