El viernes volvimos a visitar Ctrl [Lag] La semana había sido dura y necesitábamos una buena dosis de tranquilidad mañanera.
Volvimos a sentirnos culpables. Éramos como pequeños hermanos en una celebración ajena. No podíamos evitarlo. Cusioramente, en vez de dedicar nuestra contemplación simplemente a observar, comenzamos a comparar la ceremonia con la anterior. Tal grado de voyeurismo marujil nos hizo prometer que no lo haríamos más, pero no sabemos si podremos cumplir nuestra promesa...
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