Por cuestiones que no vienen al caso, hoy hemos accedido a Ctrl [Lag], pieza emblemática de Mario Santamaria que ya ha sido comentada en nuestro/vuestro blog.
Sin quererlo, nos hemos sentido atraidos por una acto privado celebrado -en directo- en un Ayuntamiento [tal vez francés]. Nos da vergüenza reconocerlo, pero no hemos podido dejar de mirar. Por primera vez en mucho tiempo hemos sentido curiosidad y bochorno al descubrirnos esperando la llegada de los novios y la reacción de los presentes.
Nadie nos había invitado, pero nos hemos colado en lo que tal vez llegue a ser uno de los días más felices (o no) de la vida de dos personas a las que no conocemos. Resulta extraño. No nos hemos vestido con nuestras mejores galas, pero es posible que además, seamos los que tenemos la mejor visión de todo lo que acontece en la sala.
No nos llega el audio pero no importa. Nos imaginamos la historia de cada personaje y lo que les está comentando la única persona oculta en la imagen, la que oficia la ceremonia.
Shhhhhhhhhh! Os tenemos que dejar...¡que se acaba! No podemos perdernos los detalles. Quizá tengamos que recurrir al pañuelo (snif!)
Nos gustaría poderles enviar nuestra felicitación y el álbum que hemos creado para ellos, pero será difícil. En todo caso, habrá que agradecer al que ordenó colocar las cámaras la posibilidad que nos ha dado al hacernos partícipes de un acto de carácter privado.
[¿Habrán tenido la misma sensación todos los que nos hayan visto en alguna ocasión a través de un sistema de videovigilancia?]
La family invitó al big brother. Interesante.
ResponderEliminarSi, sin duda ha sido un día emocionante para él...
ResponderEliminarTantas sillas vacías en la sala contra tantos posibles espectadores anónimos... Todo se convierte en espectáculo.
ResponderEliminarPatricia A. Dgd