Varvara Guljajeva y Mar Canet nos plantean en A Traveling Fish (2014) una curiosa metáfora sobre nuestra vida ante la pantalla. El protagonista de la obra es un colorido pez que habita en un inmaculado acuario.
El planteamiento es muy sencillo: ¿qué pasaría si un pez navegara por Internet ?, ¿qué ocurriría si viajara a través de una ciudad?. Teniendo en cuenta que cómo los nuevos paradigmas que surgen en la era digital nos permiten viajar por el mundo sin salir de nuestro espacio de conexión, el objetivo de la pareja de artistas es reproducir con un pez la misma situación: permitirle viajar por varias ciudades sin abandonar su acuario.
El público se enfrenta a un punto de vista peculiar: navegar a través de Google, pero desde la perspectiva del animal y desde su voluntad de navegación. Esto significa que el centro de la interacción de la obra de arte es un pez, no el espectador. Los visitantes pueden comprobar desde un punto de vista peculiar (bajo el agua) desarrollando la capacidad de descubrir y/o familiarizarse con nuevos y viejos espacios desde una perspectiva única y peculiar.
El concepto fundamental de la obra gira en torno a la conexión de la naturaleza itinerante de los peces con el sentido de las claves de la información en la era de la edad digital. Ese aspecto enlaza directamente con las ideas de Marc Auge, cuando argumenta sobre la extensión del espacio, del tiempo , y el yo en la actualidad. La obra tiene como objetivo demostrar que incluso un pez es capaz de viajary estar presente en varios lugares.
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