En el día en el que todos los periódicos publican unas ridículas fotografías privadas de Mark Zuckerberg en poses modélicas de dudosa legalidad, nos viene a la cabeza una performance de 2002 de Nick Rodrigues: Portable Cellular Phone Booth, en la que ya se criticaba la difícil relación entre nuevas tecnologías e intimidad.
Curiosamente, la cabina, icono del pasado, pero espacio en el que se lograba realizar conversaciones privadas, pasa a ser un elemento rechazado y/o ridiculizado por las personas que se ajustan a las nuevas herramientas que impone nuestra sociedad de consumo actual.
Curiosamente, la cabina, icono del pasado, pero espacio en el que se lograba realizar conversaciones privadas, pasa a ser un elemento rechazado y/o ridiculizado por las personas que se ajustan a las nuevas herramientas que impone nuestra sociedad de consumo actual.
Estamos tan acostumbrados a ver a la gente por la calle con teléfono que no nos llama la atención nada.
ResponderEliminarY en un mundo en el que parece no llamarnos la atención NADA, Nick Rodríguez, con su obsoleta cabina telefónica hace que nos giremos por la calle a mirar.
El otro día, mientras paseaba con mi hijo de 5 años por la calle vimos una cabina de teléfono, de esas de hace tan sólo 5 años (los que tiene él) y me preguntó que qué era eso.
Y es que el tiempo corre que vuela, como las nuevas tecnologías.
Aquí lo que importa es que las personas seamos conscientes de éstos cambios "conceptuales" :-)
ResponderEliminarLa verdad, es que hace años que no veo una cabina..