Exprésate públicamente con "YOUR TEXT HERE".





Iniciamos el año con la presentación de selección de las piezas enviadas a nuestra  2ª Convocatoria CONTROLando.  En ella invitábamos a publicar en Uncovering Ctrl trabajos creativos sobre temas relacionados con los que tratados habitualmente en nuestro/vuestro blog sobre new media art: control, vigilancia, provacidad, seguridad, políticas del miedo o falta de transparencia.  El objetivo es ofrecer la oportunidad a cualquier creador de utilizar nuestra plataforma, aprovechandoque cada día tiene más seguidores, como herramienta de difusión.

En este segundo post sobre la misma os presentamos una interesante obra del multidisciplinar Marcos Zotes, titulado YOUR TEXT HERE, que fue presentada en Nueva York y Detroit en 2012.



La ciudad nos dice constantemente qué hacer, qué pensar y cómo actuar. Usando un lenguaje visual explícito, una multitud de carteles, señales, imágenes y símbolos invaden nuestros espacios públicos para decirnos como tenemos que comportarnos. YOUR TEXT HERE es un proyecto que desafía esta condición. Los ciudadanos tienen la oportunidad de cambiar su papel como receptores de información para llegar a ser los autores.

El modo de funcionamiento es sencillo: se envía un mensajes de texto anónimo en el que se puede expresar libremente lo que se desee a un sitio web a través de un teléfono móvil. Automáticamente es proyectado a gran escala sobre la fachada de un edificio.

El proyecto identifica las limitaciones del espacio público urbano, que no sólo ha sido restringido en términos físicos, sino también en términos de autonomía personal y manifestación social espontánea. Durante su desarrollo pasó por tres fases: censura, reivindicación y libertad de expresión.

Fase #1: Censura

El lugar de actuación sería la fachada de la biblioteca principal de la Universidad de Columbia en Nueva York. Pero tras 9 meses de negociaciones con los distintos departamentos de la misma para obtener permiso, la institución rechazó la propuesta concluyendo que la idea de dar voz a la comunidad podría ser perjudicial para la institución. Como alternativa la institución ofreció la posibilidad de realizar el proyecto en un edificio menos visible y con un carácter menos simbólico. A cambio, ningún mensaje con contenido ofensivo, discriminatorio, político, sexual o comercial fuera proyectado.

En lugar de simplemente eliminar el contenido crítico como se había indicado, la intervención consiste en censurar las palabras que entrasen dentro de esta categoría y proyectarlas tachadas, en un intento de hacer que la gente tomara conciencia de los conflictos que afectan a este espacio en particular.



Fase #2: Reivindicación

El proyecto había fracasado, pero en el proceso se habían revelado los mecanismos de control ocultos que afectan al espacio público urbano. Se trazó entonces un plan estratégico en el que un proyector sería ilícitamente colocado en un edificio cercano, a unos cien metros de distancia del objetivo, desde donde se tenía una visión clara de la biblioteca principal. Dos colaboradores se encargarían de filmar y fotografiar la intervención. Desafiando las políticas de la institución se pasó entonces a proyectar luz temporalmente sobre la fachada de la biblioteca:
“¿ESPACIO PÚBLICO?” “FRACASO” “TOMA!” “TRANSFORMA!” “ACTIVA!”


Con esta acción se pretende reivindicar el derecho a utilizar la ciudad de manera que se adapte a las necesidades de los ciudadanos, desafiar las políticas y limitaciones impuestas sobre el espacio público urbano y, durante un breve instante de tiempo, activar el espacio.

La intención era recuperar el aspecto público de un espacio urbano que ha estado dominado por fuerzas privadas durante mucho tiempo.



Fase #3: Libertad de expresión


El proyecto se llevó finalmente a cabo sin censura en el centro de Detroit, formando parte del festival de arte al aire libre DLECTRICTY durante los días 5 y 6 de octubre de 2012. En este caso la fachada de una central térmica se transformó en un tablón de anuncios gigante en el que se reflejó la variedad de voces existentes en la zona.

Durante dos noches miles de ciudadanos se reunieron en la calle formando una comunidad, donde compartieron en público sus sentimientos, identidades, secretos, críticas, conocimiento, apoyo, consejos y frustraciones. Más de mil mensajes de texto anónimos fueron registrados. Cada uno de ellos fue proyectado durante aproximadamente diez a veinte segundos en un bucle durante todo el evento. El espacio se convirtió en un espacio de debate, un catalizador para la interacción social. 


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