[Texto publicado originalmente en LABlog (LABoral), 23/03/2015.]
Conocer
sus inicios es básico para comprender algunas de las piezas artísticas
contemporáneas. La tecnología de la vigilancia y el control tecnológico
actual se originan gracias a la aparición de la fotografía. Su verdadera
conexión surge a mediados del siglo XIX, cuando emerge, de la mano de
Nadar, un importante interés hacia una faceta innovadora de la misma: la
aparición y desarrollo inicial de la fotografía aérea.
Iniciada
con carácter experimental evoluciona a principios del XX con la
introducción de curiosos sistemas que sirven de soporte y propulsión de
las cámaras. Se incorporan en estas tareas curiosos sistemas que elevan las cámaras con hileras de cometas, cohetes, o ligados con correas a palomas mensajeras.
Un claro ejemplo de la destacada evolución tecnológica al servicio de la percepción a distancia, es la aplicada por George R. Lawrence
tras el terremoto de San Francisco (California) en 1906. Consiguió
documentar el desastre en un novedoso plano cenital sobre la bahía
utilizando una innovadora cámara de su invención que incorpora placas
curvadas diseñadas para tomar imágenes panorámicas.
Detalles del sistema de G. R. Lawrence |
Tras horas de dificultoso montaje, en medio de una gran tormenta, la cometa propulsora sólo
llegó a mantener a unos 100 pies de altitud el ingenio de 22 kilos de
peso. Durante la tarde del día siguiente, con la ayuda de diecisiete
cometas interconectadas, la gran cámara se elevó hasta unos 600 metros.
El disparo a distancia se consiguió gracias a un cable que activaba el
obturador. En ese momento, la luz del sol se situaba directamente frente
a la lente de la cámara., lo que frustró en un primer momento a todo el
equipo, que se vio recompensado al comprobar el excelente resultado del
negativo. La iluminación potenció en la imagen el dramatismo de la catástrofe.
San Francisco tras el terremoto (1906). |
Su
serie de nueve impactantes imágenes del desastre, registradas desde un
novedoso punto de vista fueron publicadas en todo el mundo con gran
éxito a un precio de 125 dólares cada copia. Hecho que supuso a su autor
importantes ingresos económicos, premios y prestigio a nivel mundial, y
un gran impulso para continuar investigando sobre nuevas técnicas
relacionadas con la fotografía aérea. De ahí que Geo. R. Lawrence Company se publicitara bajo el sugerente eslogan: the hitherto impossible in photography is our specialty.
En 1903, el Cuerpo de Mensajería con Palomas
del Ejército Bávaro, comenzó a utilizar sus aves para realizar
reconocimientos aéreos gracias a la pequeña cámara de exposición
automática que inventó y patentó el farmacéutico Julius Neubronner.
Colombófilo empedernido, utilizaba su afición para comunicarse con los
pueblos vecinos. Aquella costumbre derivó en un valor añadido
profesional: utilizaba su método para recibir recetas desde el hospital
del pueblo vecino y hacer llegar los medicamentos urgentemente. Como a
esta afición se le sumaba la fotografía, ideó incorporar a las aves
cámaras ligeras que permitieran mostrar imágenes de sus vuelos.
Desarrolla y presenta su ingenio de tan sólo 75 gramos de peso en
la Exposición Fotográfica Internacional de Dresde y en varias muestras
internacionales en 1909. Dado su éxito, consiguió mejorar y reducir sus
dispositivos hasta obtener uno de 4 centímetros de longitud que
le permitió continuar con sus investigaciones. Buena parte de su
proyecto se financió con la comercialización de postales con las
imágenes aéreas capturadas en algunos de los avistamientos.
Vistas aéreas y palomas equipadas con las cámaras de Neubronner. |
Tanto Alicia Framis en Hystory of Drones, (2014), como Laurent Grasso en On Air (2009-2012), ambas presentes en Llega un grito a través del cielo,
ofrecen un homenaje a los avistamientos de Neubronner. Sin su
dedicación y conocimientos el espionaje aéreo tal vez no hubiera tenido
lugar o se hubiera encaminado por otros derroteros. Tampoco la
percepción de nuestro entorno cotidiano desde puntos de vista que no
están al alcance de la mirada humana.
"On Air", de L. Grasso en "Llega un grito a través del cielo" (LABoral) |
Pero George R. Layrence y J. Neubronner no fueron los únicos interesados en captar esos nuevos puntos de vista. Tras los experimentos realizados con cámaras acopladas a cohetes en 1987 por Alfred Nobel, Albert Maul
creó un dispositivo más preciso en 1906 propulsado por un cohete de
aire comprimido. El mecanismo desligaba la cámara y la devolvía a tierra
firme enlazada a un paracaídas desde unos 2.600 pies de altura. En 1912
su invento está a punto para ser utilizado por el ejército, pero llega
con varios años de retraso. En Centocelle, cerca de Roma el 15 de abril
de 1909, un fotógrafo desconocido había tomado la primera fotografía
aérea en el transcurso de uno de los vuelos de entrenamiento realizados
por oficiales de la armada italiana. Los aviones habían desplazado a otros procedimientos por su precisión y eficiencia.
El
control realizado mediante la fotografía aérea está estrechamente
relacionado con las tecnologías desarrolladas con fines militares
durante la Primera Guerra Mundial. Su objetivo era de dar a conocer
fielmente el estado real del frente y la situación en las zonas enemigas.
Tanto el ejército alemán como el francés fueron pioneros a la hora de
integrar cámaras en los aviones de sus ejércitos y el británico forma la primera unidad fotográfica militar.
El ojo
artificial inaugura una nueva manera de percibir la contienda, en la
que tecnología y psicología brindan la oportunidad de contemplar
imágenes alejadas del observador en representaciones carentes de
detalles. Su participación, tal como afirma Jünger, se torna fría y
diferente a la visión que se posee formando parte del todo. Sin embargo
hemos de reconocer la utilidad que otorga al carácter de documento adoptado por las fotografías durante la contienda, ya que permite valorar de un modo analítico y veraz el territorio.
Las
herramientas y procedimientos evolucionarán y se convertirán con el
tiempo en instrumentos de creación fundamentales. Su análisis y/o
apropiación dará como resultado, entre otras, numerosas obras
relacionadas con la mirada tecnológica.
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