New media art con código abierto: Guljajeva y Canet

Publicado en Interartive #71

Varvara Guljajeva y Mar Canet es una pareja de jóvenes creadores e investigadores. Constituyen unos de los tándems creativos más interesantes del new media art contemporáneo. Tanto sus proyectos individuales como los conjuntos, destacan por el desarrollo de nuevas líneas de creación multidisciplinar. Cada una de sus propuestas genera siempre nuevas experiencias y reflexiones respecto a la tecnología y a las nuevas formas de intervención por parte de los espectadores-usuarios.

Durante los últimos meses hemos podido contemplar en Barcelona “The Higest Human Tower” (2014) en la muestra Music+Art, una instalación interactiva que homenajea a los tradicionales castells catalanes. Todos los visitantes de la exposición podían digitalizar su imagen y sumarse a la torre humana más larga jamás alcanzada. La versión digital, en la que participaron más de 3.300 personas, exigía la misma coordinación y concienciación de pertenencia a una comunidad. No importaba que sólo se pudiera contemplar la imagen de todos los colaboradores en una pantalla y en la web del proyecto.



Un micrófono era la herramienta seleccionada para convertir los deseos de los participantes en mariposas digitales. Las frases emitidas se codificaban para formar un capullo, que inmediatamente se convertían en una vistosa crisálida cuyo colorido trasmitía el estado de ánimo del emisor.

Cada espectador podía interactuar durante unos segundos con su creación, antes de que marchara revoloteando fusionándose con el resto de la colonia por la pantalla. Era inevitable recordar obras pioneras de net.art como A-Volve (1994-97) o Phototropy (1995), de Christa Sommerer y Laurent Mignonneau. Evidentemente en la propuesta de Guljajeva y de Canet se exploran otros caminos centrados en obtener innovadores mecanismos de expresión y transformación de sentimientos personales compartidos a través de los medios digitales disponibles en la actualidad.

Detalle de “Wishing wall” (2014)


En una obra anterior, A Traveling Fish (2014), también recurrían a una curiosa metáfora para interpretar nuestra vida ante la pantalla.  En éste el protagonista es un pez real que habitaba en un acuario situado en medio de la sala. El público se enfrentaba en la instalación a un punto de vista peculiar: navegar a través de Google, pero desde la perspectiva del animal y desde su voluntad de navegación. Esto significaba que el centro de la interacción de la obra era el pez, no el espectador. Los visitantes podían desarrollar desde un punto de vista peculiar (bajo el agua) la capacidad de descubrir y/o familiarizarse con nuevos y viejos espacios desde una perspectiva única y peculiar. Esa sensación de des-localización y de conexión, aunque los términos puedan ser antagónicos, también se había alcanzado en “Binoculars to… Binoculars” (2013). La instalación, compuesta por unos binoculares y una pantalla permitía a los usuarios contemplar otras ciudades lejanas en streaming. El objeto de contemplación, eso sí, transmitía en directo el ojo voyeur del observador. Cada participante, por tanto, dejaba rastro de su actividad a distancia en una gran pantalla situada en la población de destino. De nuevo, la fusión del espacio y el tiempo real y digital se fusionaban en una estructura amigable que retrotraía a elementos cotidianos de nuestra infancia.

La búsqueda constante de nuevos puntos de vista, Llevó a Guljajeva y a Canet a representar la realidad bursátil en Speed of Market (2014) a través del ritmo frenético de varios metrónomos. Cada uno simbolizaba las transiciones constantes de un mercado en tiempo real. El conjunto reproducía, por tanto, las variaciones financieras globales y la correlación entre los ritmos de cada uno de ellos. La función del visitante era pasiva. Podía contemplar, analizar y sobre todo cuestionarse lo que sucedía, pero no se le permitía ninguna intervención en la obra. Generar conciencia crítica ante la imposibilidad de actuación era uno de los objetivos a alcanzar.

Speed of Market (2014)

2014, UN AÑO DECISIVO.

2014 ha sido todo un reto en la difusión y exposición de vuestras obras. ¿Cuáles han sido los hitos más significativos?

M.C. La exposición del proyecto Wishing wall en Barbican ha sido el reto más grande que hemos realizado el pasado año y su repercusión nos ha abierto puertas en nuestra carrera artística.
Tuvo 90.000 visitantes en los dos meses y medio que duró y por las estadísticas de la pieza sabemos que más de un tercio de la gente interactuó con nuestra obra.

¿Podríais definir vuestra línea de trabajo actual? ¿Qué queda de vuestros inicios?

M.C. Nosotros no seguimos una sola línea de trabajo, sino múltiples líneas que vamos retomando y trabajando en paralelo. En todas ellas buscamos conceptos que hablen de la sociedad actual y de la era de la información, es la manera que nuestro arte plasme el momento actual en el que vivimos.
Trabajar con tecnología de forma creativa nos permite explorar conceptos que serian difíciles de expresar con medios clásicos. Nos gusta trabajar el formato de instalación y hasta este año huíamos del uso de proyectores y pantallas en nuestras obras. Nos agrada integrar en objetos la tecnología, porque encontramos que el objeto adquiere una dimensión escultórica. Además el objeto permite esconder la tecnología y emerger la magia de la tecnología.
No se qué queda de nuestros inicios, supongo que la ilusión de seguir haciendo cosas como el primer proyecto pero con la experiencia que hemos ido ganando.

Habéis expuesto en varias ocasiones en nuestro país durante este año, ¿percibís un cambio de tendencia o interés respecto al new media art dentro de nuestras fronteras?

M.C. Ya hace tiempo que decimos que España es una potencia del arte digital. Suceden muchas cosas interesantes y la sociedad no se ha anclado en el arte clásico como pasa en algunos países. Prueba de ello es que una gran exposición como “Maquinas y almas” en el Reina Sofía se celebró en 2008, mientras que “Digital Revolution” en Barbican es la primera gran exposición de arte digital en un museo de arte en Londres y ha sucedido en 2014.

¿Podríais adelantarnos algún detalle sobre vuestros próximos proyectos?
M.C. Tenemos varios proyectos en producción. A principios de año queremos hacer una nueva versión de Neuroknitting usando la máquina de “Circular Knitic” que hemos creado para la exposición DOERSA Show About the World of Making en ETOPIA, Zaragoza. Estamos produciendo una nueva pieza para uno de nuestros galeristas que presentaremos en la feria de Basel a mediados de 2015. También estamos trabajando en una proyecto en colaboración con “Chicks on speed” que esperamos que salga a la luz a finales de año.

Nos pasaremos en breve por ETOPIA para contemplar cómo evoluciona el trabajo de sus tejedoras circulares creadas con impresoras 3D. Mientras, disfrutaremos y aprenderemos contemplando cómo evolucionan sus trabajos. Ellos siempre comparten su desarrollo, sus errores y todo el aprendizaje adquirido con tecnología de código abierto.

Circular Knitic (2014)


Todas las imágenes han sido aportadas por los artistas.
 

ISSN 2013-679X